Renacimiento de las manos

“La pata de una silla tenía que estar bien hecha. Era natural, estaba previsto. [...] No solo tenía que estar bien hecha por el salario, o en proporción al salario. No tenía que estar bien hecha por el maestro, por los entendidos o por los clientes del maestro.Tenía que estar bien hecha para sí misma, en sí, en su propia naturaleza.” (Charles Peguy, “Il denaro”, 1913).

En un trabajo bien hecho, un artesano se reconoce a sí mismo. Nunca deja de aprender, ni de buscar la belleza. Nacimos en esta cultura, nos reconocemos en la atención al detalle y en la búsqueda continua de la perfección.

La belleza para nosotros no es solamente una cuestión estética, sino un valor superior.
Somos parte del territorio y de su historia. Que queremos perpetuar a través de la dimensión del taller, en el cual el joven se sienta al lado del maestro, quien le transfiere su saber. Donde, al aprendiz, se le pide la misma perfección que al maestro.
A través de los jóvenes, revivimos una tradición de gran valor para el territorio. Son las nuevas generaciones quienes aportan una cuota de novedad a una antigua tradición.

Somos más que una empresa, somos un territorio que se reinventa, trabajando de forma conjunta para crear un producto de alta calidad. Somos un atelier disperso que supera la división en pequeñas empresas para producir excelencia. Porque la suma de nuestras competencias no es solo eso, una suma, sino la amplificación de nuestra voz.

Bottega Intreccio es una historia italiana. De un territorio que se especializa en un “saber hacer”, de un saber casi rural, que se transforma en empresa, de objetos y tradiciones que se renuevan a través de lenguajes contemporáneos y una aproximación guiada del diseño.

Bottega Intreccio nace en el 2014, en Mogliano, en la región de Le Marche, pero sus orígenes se remontan a las manos de Giuseppe Maurizi, uno de los artesanos más antiguos.

Gracias a él, en 1960, el arte de tejer, generalmente aplicado a cestas y carteras, comienza a ser utilizado en muebles de jardín y accesorios en junco y bambú. A Giuseppe y otros tres artesanos (Alfredo Astolfi, Mauro Corradini, Tonino Nardi), fundadores de la escuela de artesanos del “intreccio”: Carteca, en el año 2014, debido a un renacimiento del interés por la técnica, poniendo las nuevas generaciones en contacto estrecho con los artesanos expertos y devolviendo de esta manera, un “saber hacer” que se estaba perdiendo.

Bottega Intreccio es un atelier difuso en el territorio.
Aprovecha la experiencia de los talleres artesanales locales y la sinergia con los distritos productivos limítrofes, como el de la tapicería en la cercana Tolentino. Y, gracias al vínculo directo con la escuela, actúa como catalizador de conocimientos y experimentación de los nuevos artesanos del “intreccio”. Desde el 2019, la dirección de arte de la marca fue conferida al estudio AngelettiRuzza, con el objetivo de expresar la actualidad de materiales como mimbre, ratán, junco, en los interiores domésticos, así como también la poesía que subyace en esta antigua manifestación artística.

Con la participación de diseñadores con un estilo reconocible y una fuerte sensibilidad por los materiales, quieren combinar artesanía y diseño, poesía y concreción. Bottega Intreccio debuta con una colección ecléctica que expresa armonía en la valorización de un antiguo material y de una elaboración preciosa, hecha de minuciosidad e inteligencia que nace de las manos.